¿Cómo relacionarnos éticamente con los animales? ¿Debemos tomarlos moralmente en consideración por sí mismos, atender a su bien propio, o quizá tratarlos como si fueran cosas, como meros instrumentos útiles para nuestros fines? ¿ Y qué decir de las propuestas de concederles derechos? Este libro quiere contribuir a estimular un debate social amplio sobre el lugar que los animales ocupan (y el que deberían ocupar) en las sociedades industrializadas, constituye, además, una herramienta pedagógica útil para diversos niveles de enseñanza. En él se argumenta que para transformarnos y para cambiar la sociedad, precisamos la conmoción, el extrañamiento, el descentramiento que induce un verdadero encuentro con el otro: y ahí la relación con el animal no humano puede desempeñar un papel fundamental. En el encuentro con el animal no humano deberíamos ver una de las formas privilegiadas de encuentro con el otro. Si logramos abrirnos a ese encuentro puede que se tambalee nuestro injustificable egocentrismo, y seamos capaces de resituarnos en el cosmos, modificando nuestra relación ético-política con el mundo natural. Aunque puede leerse de forma independiente, ´Todos los animales somos hermanos´ es el segundo volumen de una trilogía de ética ecológica en la que su autor piensa como ´Trilogía de la Autocontención´, cuya primera parte es ´Un mundo vulnerable´ y cuyo final constituye ´Gente que no quiere viajar a Marte´ (ambos publicados por esta misma editorial).