Es propio de los grandes espíritus hacer > entender muchas cosas con pocas palabras, > los pequeños. en cambio. poseen el > don de hablar mucho y no decir nada. > LA ROCHEFOUCAULD > En 1996, Guadalupe Appendini publicó en esta misma colección ´Sepan cuantos. ..´, un excepcional testimonio formado de lengua o si se quiere, de lenguaje humano, que ha pasado de boca en boca, y de generación en generación, me refiero a sus Refranes Populares de México, lo hizo, sobre todo, con la firme convicción de que nuestra lengua es el principal de nuestros acervos tradicionales, el más vivo y actuante. Para esta acuciosa investigadora de lo mexicano y notable periodista del diario Excélsior, la manera cotidiana de hablar de nosotros los mexicanos, es un mecanismo adicional que tenemos para interpretar nuestra realidad, nuestras experiencias, y en todo caso, la tradición y lo tradicional. Para Guadalupe Appendini, los refranes están hechos, también, de otros ingredientes, los que no siempre tienen que ver con la experiencia concreta de una comunidad, para ella, están formados de sal, de tiempo y sueño, quizá de obsesiones y contenidos inmateriales, por eso su vocación, o mejor dicho obsesión, por recopilarlos, ordenarlos, analizarlos, y ofrecerlos a los lectores. Esa ha sido una de sus vocaciones. Desde otra perspectiva, los refranes, aforismos como también les llama la autora, son expresiones sentenciosas, agudas y bruñidas por el uso cotidiano que funcionan sobre todo como pequeñas dosis de saber, de profundidad de la vida y en la vida, son, en esencia, una oferta de sensatez y de sentido común, especie de sabiduría encapsulada de todos tipos para guardar o tener en la memoria: artesanal, rural y urbana, producto sobre todo, del tiempo, pero también, en virtud de su carácter oral, de recetas que pueden recogerse sobre la marcha, o a marchas forzadas, según se quiera, por todos los que saben y quieren oír. La índole oral del refrán y su carácter casi siempre anónimo, coinciden entonces con las más antiguas tradiciones del pueblo mexicano. En este año de 1999, con el que expira no solamente un siglo, sino también un milenio, Guadalupe Appendini nos ofrece de nuevo, otro libro, muy útil y genuino, imbuido de signos, folclore, viejas profecías y pequeños evangelios de lo mexicano. Lo ha titulado: Refranes y Aforismos Mexicanos, es el libro que el lector tiene ahora en sus manos. Refranes y Aforismos como se les conoce en español, aunque también existen otros muchos nombres para referirnos a ellos: dichos, dicharachos, proverbios, sentencias, máximas, decires o proloquios. En muchas ocasiones ni siquiera nombramos a los refranes por los nombres aludidos, sencillamente decimos, ´como dijo fulano, mengano o zutano´, para referirnos a la certeza de la experiencia que destilan sus palabras de claridad y sentido común. La nueva publicación de Guadalupe Appendini es la muestra del acervo de la experiencia de lo mexicano, como en su trabajo anterior, nos ofrece ahora una nueva recopilación que integra muchos de los refranes de las diferentes regiones de México que no pudieron ser incluidos en la edición de 1996. Hoy, como entonces, acudió su autora para este propósito a muchos de los cronistas de los estados de la República ya la memoria colectiva de hombres y mujeres que le confiaron las experiencias humanas de lo cotidiano y lo real maravilloso de nuestro país. El resultado, permitirnos a través de un texto escrito, que las tradiciones orales de México lleguen intactas a nuestros días. Este esfuerzo y dedicación, tienen, para mí, doble significado: por una parte, traspasar el pórtico del siglo XXI con el conocimiento de lo que hemos sido y somos en sabiduría creadora, y por el otro, trasmitir a las nuevas generaciones que desafortunadamente parecen más virtuales que reales, este excepcional legado de ingenio y agudeza.
ALEJANDRO DE ANTUñANO MAURER > Ciudad de México, mayo de 1999. >
