Óscar imagina como será y a que se dedicará cuando crezca un poco más, y cuando crezca del todo: futbolista, nadador en un mar lleno de delfines y tiburones sin dientes, y muchas cosas más: pero, mientras lo imagina, sus palabras comienzan a dibujarnos lo que en realidad ya es y será de mayor... regalándonos un cuento encadenado, con ritmo de tren, en el que describe lo que para él, un niño de cuatro años, es la amistad.