¿Cuáles son los frutos de la confesión?
La Confesión borra nuestros pecados, expulsa el demonio, nos hace hijos de Dios devolviéndonos su gracia divina y el Espíritu Santo; nos devuelve también los méritos de las buenas obras (hechas anteriormente y que por el pecado se habían perdido). La confesión abre puertas del paraíso, cierra la del infierno; nos da fe viva, esperanza y caridad: nos da santidad y nuevas fuerzas para resistir y vencer las tentaciones; nos ayuda a vivir en paz, alegría y justicia; nos permite recibir el Cuerpo de Cristo y salvarnos.