El desarrollo del pensamiento lógico-matemático del niño inicia desde temprana edad al encontrarse en constante interacción con objetos y personas.
Estas experiencias lo llevan a construir, paulatinamente, los conceptos y al desarrollo de competencias que le permiten aprender de manera continua y ampliar sus conocimientos.
Por ello es importante que el profesor tome en cuenta los conocimientos previos que tienen sus alumnos. Otro aspecto fundamental es la generación de actividades significativas para los menores que les permitan interacciones con compañeros y el maestro con diversos objetos en situaciones cotidianas.
Esto permitirá el intercambio de opiniones, hipótesis y conocimientos lo que a su vez propicia el desarrollo de competencias que responden a las necesidades básicas de aprendizaje de los alumnos.
El papel del maestro entonces se transforma; deja de ser "informador" para fungir como "facilitador" o "guía" de un conocimiento que paulatinamente construirán sus alumnos.
Matemáticas, tercer grado de primaria, apoya al maestro en su labor cotidiana ya que fue diseñado para que el alumno busque soluciones a los problemas planteados, encuentre la información necesaria para comprenderlos y los ejercite lo suficiente de modo que consolide el conocimiento.