La física tiene un lugar especial entre las ciencias naturales porque estudia las leyes fundamentales que rigen el comportamiento del mundo material, desde aquellas que rigen los procesos que ocurren en el núcleo de los átomos hasta las que gobiernan los acontecimientos que pudieron haber dado origen al Universo mismo. Dicho estudio presenta retos intelectuales que atraen cada año a estudiantes de física más capaces y los hacen decidirse a participar en la emocionante aventura que lleva a descifrar los secretos más profundos del mundo natural y a ensanchar las fronteras del conocimiento humano. La realización de esta labor creativa sería imposible sin entrega completa y sin pasión ardiente, similares a las que mueven a los grandes artistas en la producción de obras que nos fascinan a todos. Debido a tal entrega y pasión, la historia de la física está llena de dramáticos episodios que reflejan los complejos procesos de creación de nuevos conocimientos acerca del mundo material. Muchas veces en estos procesos el obstáculo más grande no es la ignorancia sino la resistencia de los físicos a liberarse de las viejas formas de pensamiento. Sé muy bien que, por diversas razones, a muchos ex-alumnos de secundaria la física escolar les pareció una asignatura aburrida, irrelevante y, muchas veces, hasta incomprensible. Respaldado por treinta años de experiencia docente y diez años dedicados a la investigación educativa, creo sinceramente que el aburrimiento, la impresión de irrelevancia y la incomprensibilidad de la física escolar son sentimientos que se deben y pueden evitar. Con el curso ´ Física: El encanto de pensar ´ > pretendo demostrar que la física escolar puede ser divertida, relevante y, sobre todo, comprensible para cada alumna y alumno. Para llegar a sentir la diversión, y vislumbrar la relevancia y la comprensión del mundo que ofrece la física, lo único que se necesita es tener deseos de explorar, formular, compartir y mejorar las propias ideas, es decir, de atreverse a pensar. La física es, en primer lugar, una manera de pensar cuidadosamente sobre el mundo material con el fin de conocerlo mejor, especialmente cuando su comportamiento nos parece extraño y enigmático. También me gustaría que se perciba algo de la pasión y del drama que acompañaron la construcción de los conceptos, leyes y explicaciones de la física. Si después de terminar el curso, ven los fenómenos que ocurren en su alrededor con más asombro y aprecio, si perciben la física como búsqueda apasionante de una mejor comprensión del mundo y si se vuelven más hábiles en el manejo de sus ideas y razonamientos, los esfuerzos invertidos al escribir este libro serán premiados de la manera más generosa posible. ¡La juventud es la mejor etapa para conocer de cerca el encanto de pensar!
