Para muchos historiadores y críticos, En busca del tiempo perdido no sólo es una obra cumbre de las letras francesas del siglo XX, sino también una de las más grandes creaciones literarias de todas las épocas, en la que la trasposición en el relato de la vida de Marcel Proust, así como de personajes y ambientes sociales de su tiempo, dio forma a un nuevo y fecundo camino en el campo de la novela.