El libro desarrolla las dos formas de captar la realidad del mundo que asumía su autora. Ellas son la metafísica, al servicio del bienestar material y espiritual de los seres humanos, y su actividad como escritora de relatos, lo cual logra con éxito, donde prevalece el humor criollo de una época muy precisa, que se va construyendo a través de estampas realistas y paisajes de escritura que dan cuenta de una realidad venezolana, matizados por el fino humor y la ironía, elementos claves que se sintetizan en el título del libro. Es esta, entonces, una proeza de colección no solo para el amplio público que a reconocer como una artista consagrada, sino también para aquellos que deseen aproximarse a ella a partir de su producción literaria y su catálogo de caricaturas.