La pintura acrílica es un procedimiento lleno de posibilidades que merece la pena explorar con libertad y atrevimiento. La naturaleza muerta constituye, probablemente, el mejor campo de pruebas para llevar a cabo esta experiencia. En el libro, hay lugar para un tratamiento discreto y realista, pero también para una aproximación atrevida o propia del arte abstracto, y así lo demuestran los ejemplos y procesos que las ilustran. El principiante encontrará en ellas las claves de la técnica del acrílico mientras que el artista avanzado tendrá ocasión de profundizar en las posibilidades expresivas de este medio aplicado a los motivos de la naturaleza muerta.