En el siglo XIX, en Rusia, la baronesa Von Meck, viuda riquísima con once hijos, se enamora de Chaikovski a través de su música. Para permitir que se consagre por entero a su arte, la baronesa propone al compositor pagarle una renta mensual, con una sola condición: ellos dos no sé verán jamás. Habiendo aceptado el pacto, durante catorce años la baronesa remunera a Chaikovski sin que se vean durante ese tiempo, e intercambia con él una voluminosa correspondencia en que el compositor expone sus puntos de vista sobre la música, la literatura, la religión, la historia, la política... Pero llega un día en que la baronesa empieza a darse cuenta de que Chaikovski se ha distanciado de ella y se siente atraído por otras ´experiencias´... Henri Troyat nos narra una relación muy poco común, en la que se encuentran, por una parte, el universo interior y la personalidad de un genio como Chaikovski, y por la otra, una criatura fascinante; la baronesa Von Meck: mujer ilustrada y mecenas.