A los que pensaron que después de toda la confusión generada en diciembre de 2010, no podría ponerse peor, les recomiendo darle un vistazo a esta obra, que recopila las preguntas que nos han hecho desatinar el rumbo que debería haberse transitado en el cambio a la emisión digital de comprobantes en todas sus variantes. Sabemos que la misión de emitir comprobantes digitales cada día es considerada como ´posible´, y considero que ya hasta le agarramos cariño a los archivos XML, porque ya los vamos conociendo mejor y sabemos lo importantes que son para completar la deducción al ser la esencia de la factura electrónica, pero el desconocimiento general le ha puesto el grado de dificultad a una tarea que parecía más sencilla. Definitivamente tuvo más éxito el esquema de Código de Barras Bidimensional, aunque vale la pena darle un vistazo al procedimiento de validación porque necesitaremos actualizar nuestros teléfonos celulares. Las modificaciones a la resolución miscelánea también han puesto su grano de arena en todos los mitos generados en torno a la facturación electrónica, por lo que este catálogo de inquietudes puede resultar algo como el médico de cabecera que puede brindarle la respuesta adecua-da en un momento difícil.