Tanto para el amor humano como para el divino el amor se mantiene y se incrementa con el trato. Y así como buscamos modos de expresar nuestro amor humano la presencia, la comunicación, los detalles de cariño lo mismo podemos intentar con el amor divino.Eso son, a la letra, las Normas o prácticas de piedad: modos de mantener y acrecentar el amor que debemos a Dios. Aquí presentamos doce; las más tradicionales, las que la iglesia, en sus más autorizados miembros los santos han recomendado y vivido a lo largo de la historia.