Estas páginas son de una lucidez y una belleza poco habituales. En un amenísimo volumen, el reconocido poeta y ensayista Vicente Gallego entreteje varios libros a la vez: un breve tratado de epistemología; un canto de unidad con la naturaleza: una profunda reflexión sobre el alcance y la función del lenguaje, que no duda en señalar el humor radica como vía de liberación; el cuaderno de un paseante solitario que corre las sendas del monte; todo ello con el propósito de llevar a cabo un proceso guiado de introspección que habrá de enfrentar al lector consigo mismo.La propuesta central de este texto es una toma de contacto con la realidad tal y como ella es aquí y ahora en cada uno de nosotros, aligerada de nuestras imaginaciones. T será la carne, esa gran desconocida cuya negación antológica han esgrimido muchas de las grandes tradiciones sapienciales, la que se revelará como pura lucidez y plenitud a lo largo de un proyecto cuyo vehículo es el abrazo, esos tres alcances del abrazo sincero en los que Vivir el cuerpo de la realidad nos propone internarnos.á