Siempre es una aventura arriesgada hacer un libro para niños pequeños. Tal vez el mayor problema sea la aparente simplicidad. A veces se cree que basta que un libro infantil sea una versión breve, simplificada y con profusión de ilustraciones a todo color. Es importante considerar el lenguaje del niño, su escala de valores, su curiosidad, su inmensa necesidad de humor y de ´saborear´ las narraciones que le han producido agrado. Este libro ofrece una miscelánea de temas curiosos, cuentos, poemas, adivinanzas, capaces de estimular el interés del niño e inducirlo a descubrir nuevos horizontes. El hilo conductor es un simpático ´ratón de biblioteca´, el cual siente placer de curiosear en los libros, porque siempre encuentra en ellos cosas divertidas e interesantes.