´¿Qué hace un cerezo en un balcón? ¿Qué hace una persona buscando la iluminación en medio de la cotidianeidad de la ciudad? Hacen exactamente lo mismo, ejercitarse en vivir el instante presente con plenitud.´ La vida en la ciudad no proporciona muchas oportunidades para permanecer en contacto con nuestro ser profundo. Sin embargo, como demuestra la autora de esta obra, es posible practicar el Zen en el día a día, al realizar las tareas más sencillas, incluso mientras fregamos platos o vamos en autobús. Un cerezo en el balcón explica de manera sumamente sencilla y didáctica los principios elementales de la postura de za-zen, las técnicas de respiración, el silencio, la meditación y cómo integrarlas en nuestro quehacer diario.