Parece que nosotros los seres humanos llevamos la carga de los defectos de nuestros papás. Yo lo sé -el mío me abandonó cuando tenía nueve años de edad-. Donald escribe con humor sincero y honestidad sin verguenza alguna. Él se revela completamente tal como es.
Este libro resume con aquellos que se han sentido responsables de los demonios de sus padres. La verdad es, nuestro verdadero Padre es perfecto en todas las formas, en especial en su amor por nosotros. Gracias, Don y John. Este libro tocó un lugar muy sensible dentro de mi.