Todos los nombres es a todas luces una novela psicológica, en la que el autor traza un perfecto retrato del funcionario Don José, y a la vez una crítica irónica de la burocracia. Don José es el único nombre que aparece en las páginas del libro. Es un hombre solo, un simple escribiente, que tiene una afición secreta: recortar y coleccionar noticias sobre personas famosas, desde un obispo hasta una actriz, completando sus fichas con documentos del Registro Civil, donde trabaja. Cuando, por azar, entre las fichas de los famosos se traspapela el registro de una mujer anónima, Don José se obsesiona y comienza a buscar a la mujer desconocidaö.