El origen, existencia y desaparición de los templarios sin duda ha despertado la imaginación popular. Se dice que el poderío y prestigio de la orden se debieron a que tenían un objeto mágico y milagroso: el Santo Grial, es decir la copa en la que bebió Cristo durante la última cena. Los templarios eran los custodios de esa copa que dotaba de inmortalidad y salud a quien la poesía. Así se convirtieron en el ejército del Papa y en el sistema bancario más importante del mundo en la Edad Media. Para Felipe el Hermoso y otros monarcas europeos, resultaba humillante este dominio económico, entonces planearon cómo destruirlo, se acusó a la orden de sodomía, de pisotear y escupir la cruz y renegar de Cristo.