INTRODUCCIÓN
Con esta sencilla obra de dramatizaciones y teatro escolar, Editorial Avante, S. de R.L. desea colaborar con el sector magisterial que conscientemente brinda la debida importancia a la práctica de la expresión estética en la escuela, eslabón que tiene como finalidad lograr el desarrollo integral del educando.
Aunque la dramatización y el teatro están previstos en los programas escolares, esperamos que las obras recreativas y de carácter histórico que presentamos en este volumen, permitan darle otro giro más dinámico a las festividades escolares.
ORIENTACIONES DIDÁCTICAS
Es conveniente distinguir los requerimientos entre dramatización y teatro.
La primera no precisa de escenarios o trajes especiales, es espontánea y basta un bigote y patillas pintadas al carbón para representar a cualquier personaje de edad o, si se desea, representar a un anciano, es suficiente usar algodón para darle el aspecto requerido.
Muchas veces, con un palo de escoba se da la personificación al caballero andante, al vaquero, al gaucho o al charro mexicano.
Cuán útil es una simple corona de papel para personificar a un rey o a una reina.
La dramatización es un factor educativo de gran valor que debe promoverse para tratar o afirmar el conocimiento de temas del programa escolar. Pueden hacerse lecturas dramatizadas, dramatización de cuentos; dramatización de actividades cotidianas en la comunidad ( operaciones de compraventa adaptadas a problemas escolares de matemática ); características de ciertas especies del reino animal; fundación de una ciudad; formas de trabajo en las diferentes áreas geográficas; festividades patrias, etcétera.
Respecto a la dramatización, nos dice la prestigiada pedagoga argentina, Profra. Salottí, lo siguiente:
´La dramatización da soltura de movimiento y gracia; enriquece el lenguaje, disciplina y agrada no sólo a los pequeños, sino también a los mayores.´
Esta puede practicarse en cualquier grado de la escuela primaria.
El teatro escolar, por su parte, requiere de mayor madurez y disciplina, memoria dinámica, escenarios adecuados, trajes especiales y ensayos formales.
Se aconseja utilizarlo a partir del cuarto grado escolar.
En ambos casos debe motivarse al niño para desarrollarse en las actividades artísticas, dejándole en libertad plena para escoger el papel o personificación que más se adapte a sus aptitudes e intereses.
Al niño le agrada personificar a papá, igual hace la niña con mamá. El niño por naturaleza imita; ahora estimulándole, motivándole y dirigiéndole a través de estos factores educativo-estéticos, lograremos desarrollar su poder creativo, afirmar sus sentimientos, modificar su conducta de acción, fomentándole el uso coherente de sus ideas y de un pensamiento profundo y vigoroso.