Una extraña epidemia fulmina a los habitantes de una gran ciudad. Rechazados por sus semejantes, hay quienes no tienen un lugar dónde terminar sus días. Un peluquero, aficionado a los peces exóticos, decide convertir su establecimiento en un moridero. Con el paso del tiempo sólo estos peces multicolores serán testigos de su desapegada labor. En un espacio claustrofóbico, acechado por la soledad, el protagonista ofrece un testimonio definitivo sobre la vida, sin conmiseración y sin moraleja.