Aquí en los rincones oscuros y polvorientos de mi mente siento un alivio extraño. Siempre soy bienvenida aquí en mi soledad, en mi tristeza en este abismo hay un ritmo que recuerdo. La caída firme de las lágrimas, la tentación de la rendición, la sombra de mi pasado ya vida que elijo olvidar no me ha olvidado y nunca jamás lo hará.