Más allá de modas pedagógicas y dictados programáticos, más allá del apego a lineamientos globalizadores, por competencia debe entenderse aquella habilidad o cualidad integral que permite al educando la adquisición y aplicación de conocimientos, la comprensión y el desarrollo de facultades, el reconocimiento y la formación de hábitos, así como la critica y el afianzamiento de valores éticos, cívicos e históricos a través del pasado, presente y futuro. Un estudiante de educación media superior competente debe ser solitario en sus actitudes, reflexivo en sus juicios, hábil en sus descubrimientos y diestro en los aspectos físico y tecnológico. Esta obra contribuye a desarrollar estas competencias.á