Marina es una chica que quiere agradar a los demás. ¿Qué hay de malo en ser demasiado servicial? Piensa ella. Lo malo que Marina es que los hombres con quienes salen, las personas con quienes trabajan, e incluso para su propia madre, se aprovechan de ella en vez de agradecer su ayuda.Marina comienza un nuevo trabajo, en el cual conoce a Adela: otra mujer que se desvive por complacer a otros, con descorazonadores resultados. Ambas están hartas del desprecio y la indiferencia, están cansadas de ser marionetas: sumisas y dóciles, en manos de a quien se les antoje manejarlas. ¿Podrá esta nueva amistad encaminar a estas dos mujeres hacia el cambio, hacia el hallazgo del amor propio, que tanto necesitan?á