La nueva imagen de maría que la iglesia nos, presenta, es la de una mujer más real, mas cercana y humana, que sufrió y trabajo que vivió en condición del pobre que conoció la huida y el exilio, que sabe, lo que nos cuesta la vida de cada día que fue avanzando por el camino de la fe como cualquier de nosotros, entre luces y sombras en medio de las dificultades de la vida.