Para José Luis Arévalo, Por los vientos de la guerra representa la entrada a la exploración de un canal más de expresión en que expone, más que crónicas periodísticas de guerra, relatos de vivencias y convivencias entre quienes, desde diferentes puntos del planeta, concurren, como corresponsales de medios de información, a lugares de alta intensidad bélica para dar cuenta a sus respectivas sociedades de lo que en ellos sucede.áCon una prosa ágil y vivaz, logra transmitir con paradójica amenidad las largas y penosas jornadas en que se atestigua la vulnerabilidad de la existencia humana, supeditada siempre a la desatinada voluntad que genera cualquier tipo de guerra; jornadas que, sin embargo, en lo personal, desde la perspectiva del trabajo periodístico, le han permitido descubrirse a sí mismo y a los demás, tanto a quienes viven y mueren dentro de una conflagración, como a quienes logran hacer de un trabajo de alto riesgo y propenso a mórbidos tratamientos, una labor necesaria para la sociedad y la Historia, por el hecho de basarla en la solidaridad, la camaradería y el sentido ético de los corresponsales de guerra.