Cuando Adrián regresó de jugar, encontró u nota de su mamá donde le decía que se había tenido que ir de viaje por u emergencia y que, mientras ella regresaba, él se fuera a la casa de su tío Austero. Ahí conoció a unos parientes fuera de lo común, así como a cuatro mascotas muy especiales... pero cuál no sería su sorpresa al descubrir un maravilloso pizarrón con el que casi volvió locos a todos.