Ibargüengoitia escribió tres obras de teatro breves y siete cuentos para niños. Entre los personajes que viven en estas páginas hay magos, ranas, aldeanos y ratones, pero también niñas y niños presumidos, estafadores, gánsteres y millonarios. Estas historias son para niños que desconfían de las moralejas y que no gustan de escuchar cómo tienen que pensar, niños que, si les dan a elegir, quizá prefieran al lobo en lugar de a Caperucita.