Al lado del Francisco Villa histórico -aquel que ció en 1878 bajo el nombre de Doroteo Arango y que peleó en la Revolución mexica al frente de la División del Norte-, se encuentra otro Villa. Se trata de un Villa mítico de perfiles complejos cuya génesis se ubica alrededor de 1913. En estas págis se muestra la importancia que tuvieron en la construcción de este segundo persoje la tradición oral y los medios masivos de comunicación de la época, es decir, la prensa gráfica y el cine. En el caso de la tradición oral, la presente obra recoge lo que la gente del pueblo decía de Villa, de sus primeras andanzas, de su ejército, de sus batallas y de sus tropelías: información fragmentaria, contradictoria y poco confiable pero lle de colorido que cristalizó en historias y anécdotas que se transmitían de boca en boca y en las cuales la realidad y la fantasía se mezclaba hasta confundirse. Uno de los principales atractivos de este volumen se encuentra, sin duda, en la parte iconográfica