Este volumen se origina en un acto de amor, un amor por la cultura., por la sabiduría, por la verdad, un amor por todos los tiempos. Todo este amor nos lo inspiró un solo hombre que nos dejó como testimonio la creación de la cultura universal. Tenemos, hoy, el deber de continuar el acto de creación que empezaron estos hombres que dejaron huella en la historia de la humanidad. ´Estamos condenados a la cultura´, nos dice Eliade. Estas palabras suyas definen la condición del hombre, de cada uno de nosotros. ¡No hay salida! Crear cultura es lo que el hombre debe hacer en este cambio de su vida. La cultura es la valoración de lo que cada civilización tiene, por un lado y, por otro, es la expresión de las experiencias interiores, universales y singulares, de cada hombre. Por eso, cada hombre está condenado a la cultura porque tiene el deber de expresar su interioridad. Como dice Eliade: ´Quien profundice la verdad hasta las fuentes, hasta las raíces que se hunden en el Neolítico, será muy rumano, muy francés y al mismo tiempo un hombre universal´.
