Reciban un cordial saludo, como catequista, les ofrezco mi más amplia colaboración para compartir con ustedes la dificil pero también maravillosa misión de formar cristiamente a los hijos que Dios les ha encomendado. Es importante recordar que Su Santidad Juan Pablo II nos invita a orar en Familia ´Familia que ora unida permanece unida´ por lo que el trabajo que desarrolle su hijo en la escuela será necesario que sea acompañado también en casa, puesto que nosotros como Institución tenemos la obligación de educar a sus hijos, pero ustedes como padres poseen la ´primera e intransferible obligación y derecho de educar a sus hijos´ (Concilio Vaticano II). Para apoyar la Educación de la Fe, de sus hijos, les pido: