Después del Bicentenario, solo nos queda la resaca de la realidad nacional. Y nada como el humor para curar los efectos colaterales que políticos, líderes sindicales y gobernantes provocan con sus ´errores involuntarios´. Por esa razón (y dado que era imposible ponerlos ´todos´ en un solo libro), Antonio Garci continúa con su recorrido histórico, e histérico, para demostrar por qué ahora, más que nunca, cobra vigor el adagio popular ´¡Como México, no hay dos!´. En este libro no hay buenos ni malos, héroes o villanos, solo hay pendejos, con lo cual descubrimos que los grandes personajes de la historia eran exactamente como nosotros.