...Me casé a los treinta y cinco años. Once años viví sin contratiempos... el niño vino... Le pusimos Carlos, el nombre de su padrino Charles Moore. Pues bien, hace ya cien días falleció Moore en Buenos Aires y testó su fortuna entera en favor nuestro, dejándole la mitad a Carlitos. Bastó la noticia para que envenenadas sospechas surgieran y su ronda de fantasmas me cercara.... Diferentes voces interiores dialogan independientemente con el protagonista -el Hombre verdadero- relatando los acontecimientos desde sus diferentes puntos de vista: Fernando es el sentimental, Juan el sensato, Rafael el celoso y otros tantos que constituyen los hombres del hombre.