El problema de la libertad tiene un atractivo que fascin como la verdad y la justicia. Es importante no sólo en la historia del pensamiento contemporáneo sino en todo los tiempos, por que ha sido motivo de especulaciones jurídicas y filosóficas. La libertad se manifiesta ostensiblemente en todos los ámbitos de la extensa y polifacética actividad social y política del ser humano, de la misma manera que la normatividad jurídica se hace patente con toda su fuerza sobera para protegerla o para evitar desmanes, excesos y desafueros que amanecen y ataquen a las instituciones jurídicas. El derecho tiene especial esmero, interés y cuidado, por ser equilibrio y sensibilidad, de proteger el derecho de la libre disposición de las persos de tratarse de algo tural e implícito que aparece como colorario de la igualdad fundamental. La libertad, por ser socialmente necesaria, debe ser jurídicamente protegida y normativamente regulada. El hombre, sociológico y ontológicamente considerado, tiene u independencia sobera con relación a todo lo que le rodea. Pero vive en sociedad y en orden social se desenvuelve, la misma vida social le ocasio dificultades y le pone obstáculos a su libertad. Y aquí precisamente es donde el Estado, organizador y regulador de la sociedad entra al desempeño de su función, para que cada hombre tenga libertad de orientar su vida como mejor le convenga, pero dentro de la normatividad jurídica: respeto mutuo en holocausto a la dignidad huma, a la organización social en que se vive y a la institución jurídica que impera. La idea de la libertad se iguala esencialmente con la aptitud que tiene el hombre para el ejercicio de su autonomía, pero sin prescindir de los principios firmes e incesantes de la moralidad, de los postulados del Derecho, de los dictados de la razón y del mandato de la justicia, norma de normas del ordemiento jurídico.
