Ser vampiro no le hace la vida más fácil a Alice Bonham. Su hermano pequeño parece tener una vida amorosa muy activa, mientras que la suya es... algo más complicada. Mae está perdiendo la cordura y Jane se ha hecho adicta a los mordiscos de vampiro. Además, si Alice no consigue aprender a controlar su deseo de sangre, alguien podría morir. Para escapar de todo, Alice acompaña a Ezra en una misión de rescate. Pero quizás esta decisión no haya sido del todo una buena idea...