La acción de esta novela que continúa y termina en la titulada El filtro de los Califas tiene lugar en el Mediterráneo, cerca de las costas de Cerdeña y al principio particularmente en una isla llamada San Pedro. Se traslada luego a Argel y alrededores. Salgari fija claramente la fecha de los acontecimientos, el año de 1630de nuestra era y 1008 de la Hégira. Está como es sabido, en el 622 después de Cristo. En poco más de 10 siglos el islamismo, que había surgido en Asía, se fortaleció ahí tanto como en Europa, sobre todo bajo el imperio de Harun-Al Rashid. Ese poderío comenzó a declinar con las invasiones de los Mongoles, en el siglo XII bajo Gengis Kan, hasta comenzar a extinguirse con la expulsión de los moros en España. Pero para entonces, el año de 1630, hacia más de dos siglos que los musulmanes turcos, no árabes eran dueños del Norte de áfrica. Los piratas bereberes atacaban por esa época gran numero de naves españolas, francesas, italianas que viajaban por el Mediterráneo, las saqueban y destruían y hacían prisioneros y luego esclavos a los tripulantes. Esos son los hechos históricos, menos o más exagerados, en los que Salgari basa la trama de Las Panteras de Argel. Y al describir la triste dramática condición de esclavos a que los cristianos se veían reducidos, lamenta que los europeos no se unieran entre si para combatir y aniquilar de una vez por todas a los piratas bereberes. Le parecen increíbles la desidía y la crueldad con que los españoles y los franceses dejaban en el abandono a sus compatriotas. Tal vez ese abandono no era voluntario. Aunque Salgari no habla de ellos, Europa estaba colmada por entonces de problemas internos.