Galileo afirmaba: El gran libro de la naturaleza permanece siempre abierto ante nuestros ojos y la verdadera filosofía se encuentra escrita en él... Pero no lo podemos leer sin haber aprendido antes el lenguaje y los caracteres en los que está escrito... Está escrito en lenguaje matemático y los caracteres son triángulos, círculos y otras figuras geométricas...ö.áDesde tiempos remotos uno de los problemas que suscitó el interés de la mente humana fue el de las figuras geométricas, sus formas, las relaciones de unas y otras, los valores de las longitudes que las determinaban; sus áreas y volúmenes fueron objeto de estudio en las civilizaciones de la Antigüedad. Aristipo va a parar tras un naufragio a orillas de la isla de Podas. Allí encuentra dibujadas en la arena unas figuras geométricas, e inmediatamente se dirige a sus compañeros exclamando con alegría: ¡Ánimo, que veo huellas de hombre!ö.áPor eso, a la hora de presentar las figuras geométricas siempre tendremos que dar un gran peso al método histórico, a cómo se han generado estos conocimientos, es lo que pretendemos en este segundo libro de la colección. Estamos convencidos que el niño tiene la misma curiosidad que el hombre primitivo y hay que dar respuesta a esta curiosidad. Podremos dar respuesta a esta curiosidad infantil si nosotros dominamos los contenidos sobre las figuras geométricas.áNo pretende este trabajo ser un conjunto de trucos con los que abordar la enseñanza de esta disciplina. Tan sólo son reflexiones propias que, en muchas ocasiones, se nos ha pedido poner por escrito. Son una parte de nuestra forma de enfrentarnos a la enseñanza, pero no pretenden ser ni la única ni la mejor. Si usted alguna vez se ha sentido extraño en este mundo matemático, le invitamos a acercarse a nuestro trabajo desde la convicción de que su lectura le será agradable y comprensible.