En octubre del año 2005, mientras trabajaba en La provincia perdida, Héctor Aguilar Camín dijo en una entrevista: «Escribo una novela de guerra, amor, aventura y fantasía. Yo digo que se trata de un salvaje cuento de hadas. Es la historia del enviado de una república asolada por la guerra civil a conservar la lealtad de una provincia remota. A lo largo de su aventura en ese mundo extraño, donde combaten por igual los ejércitos y los espíritus, el protagonista pierde los ideales y la guerra, pero gana el amor y la sabiduría radical del desencanto». Aquí está la novela anunciada, con todos sus agravantes. La provincia perdida es, en efecto, un salvaje cuento de hadas, es una novela de aventuras, una novela de amor, una novela de guerra, y un ejercicio de la más sensual y exquisita fantasía.