La antena telescópica del detector molecular giró bruscamente a la izquierda y el soldado que la portaba tomó por instinto su arma. Los demás soldados rodearon el tráiler. Bajaron al chofer y a su acompañante, quienes afirmaron que transportaban sólo quesos. Los soldados no se dejaron engañar, sabían que los cárteles utilizan mulasö ignorantes de su carga o sicarios entrenados para mentir. Adentro del tráiler yacían 3.6 toneladas de algo que parecía queso. Pero las apariencias engañan. El detector molecular indicaba la presencia de cocaína y un soldado había escuchado que existían cocinerosö capaces de separar alcaloides del quesillo con chipotle. Los narcos se volvían cada vez más astutos y sólo con verdadera inteligencia podría ganarse esta guerra.áAsí comienza La ouija del diablo, intensa crónica del mayor fraude perpetrado contra las instituciones mexicanas que combaten el narcotráfico, multimillonaria estafa que podría ser sólo un episodio tragicómico más de nuestra historia reciente si no dejara en evidencia el delirante naufragio que significa orquestar políticas de seguridad nacional sin el menor razonamiento crítico ni una rigurosa evaluación científica de los instrumentos para llevarlas a cabo.áAdemás de este oportuno y revelador texto, Carlos Galindo presenta en estas páginas lúcidos y amenos ´fragmentos de ciencia´: historias acerca de fenómenos naturales no por conocidos menos extraordinarios, semblanzas de investigadores mexicanos heroicos y ejemplares, capítulos casi olvidados de la historia científica universal. Un libro pensado para despertar la curiosidad, la imaginación y el entusiasmo de todos aquellos que se cansan leyendo y se aburren con temas de ciencia.