El enigma del tiempo es el de la vida misma. Se vive en el tiempo. La noción de ese concepto confronta constantemente preguntas no resueltas. ¿Existe realmente el tiempo ? ¿ Es la mera percepción del movimiento ? ¿ Es un proceso cíclico o lineal? ¿ Es posible medirlo con exactitud ? ¿Es legítimo clasificarlo o dividirlo arbitrariamente? Las ciencias sociales intentan definir el sentido del tiempo como permanencia de las cosas o experiencia de la continuidad. Todo fluye, afirmaba Heráclito, y ese árbol que observamos ahí es una estructura de lo que ayer fue una semilla, agua de riego, suelo y mañana será leña y cenizas: la realidad no se queda quieta. Este ensayo es un acercamiento a la noción del tiempo y aunque fue escrito a partir de la visión de la ciencia, no se olvida en él al hombre que reflexiona.