Ya en vida de Mons. Tihamér Tóth, muchas jóvenes nos pidieron con insistencia una edición de los Manuales para Jóvenes apropiada a la juventud femenina. Era tal el entusiasmo que brotaba de sus páginas cálidas y juveniles, que las muchachas querían para sí una edición que, conservando la doctrina del insigne autor, la pusiera a tono con su modalidad y condiciones. Consultamos el proyecto con el autor, quien pocos meses antes de morir nos respondió aplaudiéndolo y dándole su bendición. Nos pedía, sí, que a ser posible, el trabajo de adopción fuera hecho por una joven conocedora del alma femenina. "El apóstol de los obreros, nos escribía, ha de ser un obrero, según los deseos del Santo Padre. También yo creo que el alma de la joven prefiere oír la voz de otra joven, como ella".