Tolerancia, respeto, responsabilidad, solidaridad y honestidad son sólo algunos de los valores universales que como padres queremos inculcar en nuestros hijos, pero ¿cómo conseguir que realmente aprendan lo que los valores son y significan?, ¿cómo inculcárselos prácticamente, sin discursos tediosos ni definiciones obsoletas? La respuesta: con actividades prácticas y estrategias que mediante la interacción familiar permitan una mejor calidad de vida dentro y fuera de la familia.