El día 2 de diciembre de 1851 el presidente de la Segunda República francesa, Luis Bonaparte, sobrino de Napoleón, encabezó un golpe de Estado que un año después desembocó en la instauración del Segundo Imperio y en la mutación del presidente republicano en el emperador Napoleón III. Al día siguiente del golpe, Víctor Hugo, que por su condición de diputado en la Asamblea Nacional se enfrentó a los golpistas, comenzó a escribir un diario en el que registró todo cuanto vio a su alrededor en aquellas jornadas convulsas, casi hora a hora. Estos apuntes cristalizaron en la publicación en 1877 de Historia de un crimen, declaración de un testigo, la crónica de las cuatro primeras jornadas que siguieron al golpe y que concluyeron de forma sangrienta con el aplastamiento de buena parte de la oposición en la Asamblea así como de quienes ofrecieron alguna resistencia. En el relato de aquella tragedia que Hugo dividió en cinco actos y que ´ni el mismo Esquilo habría soñado´, logra mantener una tensión narrativa que desde la primera página cautiva al lector.áHugo consideró ´urgente´ publicar Historia de un crimen porque sabía que en cualquier época y lugar del mundo siempre habrá algún déspota dispuesto a imponerse sobre la voluntad popular y aplastar sin miramientos a quienes se opongan a sus turbios planes.