El rey de Castilla, movido por la intriga de algunos miembros de su corte, sospecha una posible traición del Cid, el más noble y valiente caballero a su servicio, y lo destierra. El aventurero héroe debe alejarse de su familia para ganar riquezas, tierras y honrar a su reino con hazañas bélicas, y así recuperar la confianza del soberano; pero los infantes de Carrión, ambiciosos, pedirán la mano de sus hijas solo para quedarse con la fortuna, y terminarán por abandonarlas en el bosque. El Cid, ante tal deshonra, pedirá justicia al rey.