Como filósofo origil García Morete, sintetiza Alain Guy, introdujo dos innovadores conceptos: el del progreso y el de la introducción. En primer lugar, se trata de la distinción entre proceso y progreso (véase Ensayos sobre el progreso, inserto en este volumen). El progreso en un rico devenir del espíritu, que descubre hace suyos y desarrolla al máximo los valores mediante un esfuerzo moral continuo. Demasiados pensadores turistas confunden estas dos nociones. ´Las de su forma , su composición, sus propiedades: pero da de eso que llamamos agrado, placer, deleite o pe.´ El filósofo madrileño busca justamente los principios a priori del progreso y después anuncia la crisis actual de éste, en la cual se da u degradación de todos los fines, que se escalon en un plano sin horizonte alguno. El progreso no es solamente u cuestión cuantitativa, es preciso velar por la cualidad de sus objetos. En segundo lugar, hay que señalar la clasificación de tres formas de intuición. La primera, la de Bergson, es totalmente emotiva, opera mediante u inmersión en lo más profundo de lo real, sin recurrir a definiciones, las cuales, por otra parte, serían imposibles, aunque con la ayuda, únicamente, de metáforas, como en la mística más elevada, y es capaz de captar los valores. La segunda, la de Dilthey, es volitiva y se experimenta en la residencia (hace pensar en el sentimiento del esfuerzo de Maine de Biran). La tercera, la de Husserl, es intelectual y atrae la singularidad del objeto para concentrarse exclusivamente en la esencia, puede sevirnos incluso en las ciencias dejado de lado su singularidad existencia.