Además de la revisión crítica de casi la totalidad de la producción literaria de Enrique Vila-Matas (Barcelona, 1948), el presente libro pretende el establecimiento de un común denominador: si hay una imagen que actúa como hilo conductor de su poética, ésa es la del espejo. Así, los 23 trabajos que componen Enrique Vila-Matas. Los espejos de la ficción asumen, tácita o explícitamente, la metáfora del espejo en su juego de distorsiones e inversiones, y en tres ámbitos muy concretos.áEn primer lugar, en la idea de que Vila-Matas estaría describiendo en sus textos no cuanto vivencialmente le ha ocurrido, sino el reflejo de lo ocurrido, su imagen virtual, procedimiento que se ha entendido bajo el rótulo de la autofabulación. En segundo lugar, serían sus propios textos los que especularían, haciéndose préstamos, citándose, aludiéndose a sí mismos, en un entramado textual endogámico cercano a la poética de otros autores en lengua española, como Sergio Pitol y Roberto Bolaño. Por último, lo especular se reflejaría en la expectativa misma que hoy, a cuatro décadas de haber comenzado a publicar, va generando cada artículo, cada apostilla realizada en Internet, cada nuevo libro firmado por Vila-Matas. Se trata de una situación que ha llevado a los extremos de acuñar el término ´situación vilamatasiana´ cuando un suceso de la vida cotidiana parece surgido de alguna novela. Esta variante curiosa del mise-en-abime haría pensar que no se trata de una realidad material convirtiéndose en una realidad virtual, sino de dos espejos enfrentados, proyectándose hacia el infinito como en el efecto Droste.