Albert Camus, Raymond Aron y Léon Blum, tres intelectuales franceses muy distintos entre sí, tienen en común la valentía de haber defendido sus convicciones frente a la visión dogmática dominante de la izquierda. Tony Judt, uno de los más prestigiosos historiadores contemporáneos, se vale de estas figuras para arrojar luz sobre los grandes dilemas morales del pensamiento político.El firme desafío de Blum al gobierno de Vichy, la participación de Camus en la Resistencia y en la guerra de Argelia, y la oposición de Aron a la superficial aceptación por muchos intelectuales de la utópica promesa del comunismo son algunos de los grandes ejes de este libro, cuyas ideas tienen una poderosa resonancia en el pasado y el presente de España. La crítica a políticos e intelectuales por s falta de integridad e independencia, por su servil complacencia ideológica y por su falta de valentía moral y responsabilidad pública son aspectos tan vigentes a lo largo de todo el siglo XX como hoy.á