El llamado de lo salvaje se inscribe en el género de aventuras, que tiene su razón de ser en la seducción que ejercía la existencia de lugares desconocidos. En el caso de esta novela de London, Alaska es ese espacio helado e inabarcable que provoca la atención de los buscadores de oro y la aventura involuntaria de Buck, un perro doméstico que lucha por la supervivencia en un mundo hostil.