Los ensayos que integran el volumen están escritos de forma amena e inteligente. Comienzan siempre con una historia bíblica o mitológica y seguidamente se pierden en un laberinto de referentes culturales de todo tipo: desde Platón y Epicuro hasta las películas de Bertolucci, pasando por Platón, Nietzsche y Walt Disney. Esta diversidad es, sin duda, el mayor acierto de la propuesta. El discurso filosófico no se pone al servicio de la tradición -ni de los autores que se han convertido en sagrados-, sino que se utiliza para hacerse más comprensible. Este punto no carece en absoluto de importancia, acostumbrados como estamos a discursos ensayísticos totalmente condicionados por ideas preestablecidas. Cada uno de los capítulos acaba como una ´respuesta breve´ a la pregunta planteada [...], síntesis de todo lo que se ha expuesto anteriormente. Algunas de estas respuestas aforísticas justifican por sí mismas la lectura del libro. Considérese, por ejemplo, estas dos: ´¿Qué es la justicia? Una forma de felicidad colectiva´, ´¿Qué es el amor? Un sorbo de eternidad´. [...] Este libro reúne todas las virtudes que han convertido El mundo de Sofía, de Jostein Gaarder, o Ética para Amador, de Fernando Savater, en bestsellers.
