La calma se siente como un estanque quieto en un día claro. No nos sentimos en calma todo el tiempo, nuestro cerebro siempre está en movimiento. Pero podemos aprender a tranquilizarnos cuando las cosas se sientan abrumadoras. Este maravilloso y cálido libro ilustrado ayuda a niñas y niños pequeños a prestar atención a sus sentimientos y a explorar diferentes formas de mantener la calma.