En estos cuentos verás lo que realmente hay dentro de una taza de café instantánea o de un paquete con porte pagado. Los personajes que aquí habitan pueden traspasar una realidad adversa simplemente colocándose como ficha en un tablero de ajedrez o mascando cientos de chicles sabor canela. No comiences a leer este libro por el final, a menos de que tú también seas un ser imaginario.